
A puerta cerrada
A lo largo de mi vida he tenido muchos sueños y anhelos profesionales pero, si tuviera que contarte de dos cosas que siempre han estado en mi corazón sin duda te diría, la primera:
Tener una galería de arte para mostrarle al mundo y comercializar el mejor arte cubano. Y la segunda, tener mi propia tertulia literaria. Hablar de libros, narrativas, artes, otras épocas y otros mundos es de mis cosas preferidas. He estado soñando con un círculo de personas que compartan conmigo esta pasión y con las que pueda sentarme con frecuencia a hablar de estos temas. De esa gente que, como Horacio Oliveira, necesite papel rayado para escribir y apriete el tubo del dentífrico desde abajo. Sí, yo también, como Cortázar, creo fielmente que la gente así estamos destinadas a encontrarnos.

Este no será un club de lectura como marca la normativa. Está inspirado en las tertulias que compartí con mis profesoras de historia del arte cuando vivía en Cuba. En esas tardes calurosas en Santiago de Cuba donde la pintura, las letras y la historia nos invitaban a reflexionar de lo sutil a lo más banal, en un interrogar constante por la vida del pobre Modigliani, Las travesuras de la niña mala y las influencias de la arquitectura caribeña.
Cada edición estará enfocada en un tema, ya sea la obra literaria de un autor, una generación de escritores o un género literario. Y a la par que vamos leyendo y aprendiendo de los grandes escritores, iremos hablando del arte de la época, las pinturas representativas, la arquitectura en boga… Créeme, este NO es un club de lectura convencional. Este es nuestro espacio donde, A puerta cerrada, disfrutamos el amor arte.
Si quieres compartir este espacio donde leeremos juntos, hablaremos de arte, historia y arquitectura, sin duda, anótate a la lista de espera.
